Miércoles, 2 de Julio de 2025
El CIC de Salamanca se embarca en diseñar tratamientos contra el cáncer mediante nuevos fármacos dirigidos al epitranscriptograma
El Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca avanzó hoy la puesta en marcha de un proyecto de desarrollo de inhibidores moleculares en terapia de cáncer, con un enfoque novedoso para revolucionar el tratamiento mediante el desarrollo de nuevos fármacos dirigidos al epitranscriptoma, es decir, las modificaciones químicas en el ARN que regulan el comportamiento celular y que, según investigaciones recientes, desempeñan un papel clave en la progresión tumoral y la resistencia a tratamientos.
En el proyecto participa el grupo dirigido por Sandra Blanco, investigadora principal del CIC, en colaboración con el grupo de la investigadora Ángela Patricia Hernández, del departamento de Química Orgánica de la Universidad de Salamanca y cuenta con la financiación de la Fundación Científica de la AECC.
La Usal recordó, en un comunicado regido por Ical, que el cáncer sigue siendo la segunda causa de muerte a nivel mundial y, a pesar de los avances en terapias dirigidas, la resistencia a los tratamientos actuales representa uno de los mayores retos en oncología. Este proyecto aborda este desafío explorando una frontera hasta ahora poco explorada, como es el epitranscriptoma.
Según la doctora Blanco, “el potencial de las modificaciones en el ARN como diana terapéutica representa un cambio de paradigma en la lucha contra el cáncer”. “Nuestro objetivo es desarrollar fármacos innovadores que no solo frenen el avance tumoral, sino que también mejoren la respuesta a los tratamientos existentes y la calidad de vida de los pacientes”, añadió.
El Centro de Investigación del Cáncer de Salamanca, centro de referencia nacional en investigación oncológica, aporta su experiencia en modelos preclínicos y análisis epitranscriptómicos, mientras que el grupo de la doctora Hernández suma su capacidad en síntesis y caracterización de nuevos compuestos, así como en metodologías computacionales para el diseño racional de fármacos.
La Usal concluyó que el proyecto “no solo aspira a generar conocimiento patentable y transferible a la clínica, sino que también refuerza la colaboración entre equipos de excelencia y consolida a Salamanca como un polo de innovación en el desarrollo de terapias avanzadas contra el cáncer”.