El consejero de Sanidad, Alejandro Vázquez, defendió hoy que pacientes del Hospital de Miranda de Ebro se desplacen al centro privado de Recoletas de Burgos para hacerse una radiografía por necesidad de las personas, mientras que Virginia Jiménez le recordó que en su ciudad no quieren convenios, sino contar con este servicio como un derecho. 

Jiménez, preguntó en el pleno de las Cortes por las causas para los desplazamientos para hacer ecografías complementarias y calificó de “inaceptable” la derivación al centro privado, en lo que tachó de “desmantelamiento pieza a pieza” de la sanidad pública.

El consejero argumentó que hay tres radiólogos en el Hospital de Miranda de Ebro, uno con reducción de jornada, otro con baja laboral y otro en comisión de servicios, y subrayó las necesidades de los pacientes de contar con esa prueba para pasar consulta o tener el tratamiento. 

Además, apuntó a la “hipocresía” de la socialista al criticar aquí los convenios cuando en comunidades en las que gobierna su partido, como Cataluña, Castilla-La Mancha o Navarra, son superiores al porcentaje de derivaciones de Castilla y León. 

La procuradora afeó que se tengan que desplazar 170 kilómetros para realizarse esa prueba así como que se bonifique nueve céntimos por kilómetros, seis euros por la manutención que no llegan a los 22 euros si tienen que pasar la noche en Burgos. “Pedir la ayuda es un suplicio”, amplió.